Esperando baches. Christian Rodríguez y las madres adolescentes

Christian Rodríguez

Mucha de la literatura que cae últimamente en mis manos está escrita por hombres. Y no es a propósito, como esa gente que dice que no ve cine español porque les parece malo por definición. Yo adoro el cine español y leo por pura curiosidad, tirando de los hilos invisibles de la vida que lo conectan todo, si uno los sabe sentir. Descubrí los microrrelatos hace más de diez años, con una edición de Tusquets de Quince líneas que le regalé a mi padre (después de leerlo yo, como marca la tradición familiar).

Con los microrrelatos me pasa que son tan breves que por pura ansiedad los leo antes de mirar quién los ha escrito. No me había dado cuenta hasta ayer de que la mayoría de los que recuerdo de aquel antiguo Quince líneas eran hombres hasta que me crucé con uno que tenía que estar escrito por una mujer:

Me senté en la última fila del autobús escolar, suplicando baches. Por fin salíamos de excursión toda la clase, y mis compañeras se regocijaban en sus asientos, mientras piropeaban al conductor. La profesora decía que la primavera no tiene remedio. Unos días antes yo había hecho el amor por primera vez. Sin precauciones.

Con los microrrelatos también me pasa que tengo que leerlos varias veces para poder sacudirme la ansiedad. Y entonces los disfruto. O no, porque muchos me dejan angustiada. Como éste. Se llama Abril, y es de Beatriz Alonso Aranzábal.

Me recordó al trabajo que Christian Rodríguez hace en Uruguay, en un hospital llamado Pereira Rossell, cuya maternidad asiste el mayor número de partos del país, y en el que el 26% de las parturientas son madres adolescentes. Con lo vieja que suena la palabra parturienta. Y es que una puede ser madre niña, o niña madre. Abuela postadolescente, porque muchas de estas niñas fueron, a su vez, hijas de madres adolescentes. Se les pueden poner etiquetas o no, porque forman parte de un universo de mujeres que funciona a la perfección, sin necesidad de palabras.

Sara Facio presentaba el libro de Adriana Lestido Madres e hijas con unos versos de María Elena Walsh:

Pudiera ser que así como los cisnes y los abanicos emigraron de la poesía,
en tiempo venidero las madres-manos, madres-servidumbre,
madres-utilidad, se transformen en madres-personas
que inspiren a los poetas un canto más vital.

Adriana Lestido, otra de las grandes mujeres dedicadas a las mujeres, que ha sabido encontrar como nadie un camino en femenino en los mundos que crea y que cojean de hombres. Mundos tejidos con lazos «complejos e indestructibles», los que unen a las madres con sus hijos.

El microrrelato de Beatriz me trajo a la memoria las fotos de Christian, las de Adriana, de niñas madres que o no quisieron sentarse en aquel autobús, o el conductor supo esquivar los baches. Mujeres recrecidas que en muchos casos buscaron esos hijos como paso hacia una edad adulta que aún no les tocaba. En España, la tasa de embarazo adolescente (entre los 10 y los 19 años, según la OMS) no supera el 12%. Casi la mitad de esos embarazos, hasta ahora, no llegaban a término, y las madres abortaban para seguir con su niñez.

Y da un poco de miedo pensar que incluso aquí, después de tanto logro, las niñas tengan que volver a sentarse en la parte de atrás de un autobús, suplicando baches.

Irene Morán, 2014
Un trozo de cartón en Facebook

Christian Rodríguez, web personal
Christian Rodríguez, blog personal
The birth – Chapter One (Christian Rodríguez)
El Observador, Uruguay, 20 de mayo de 2014. El Hospital Pereira Rossell en las fotos de Christian Rodríguez
Beatriz Alonso Aranzábal, Cartas sin sellos
María Elena Walsh, A la madre. Buenos Aires 1980
OMS, Informe sobre maternidad adolescente (datos de 2012, revisados en mayo de 2014)
Adriana Lestido

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